FILIPINAS: EL PAÍS ASIÁTICO DONDE MÁS SE HABLA EL IDIOMA ESPAÑOL
El archipiélago tropical compuesto por más de 7.000 islas ha sido colonia española durante más de tres siglos, por lo cual han quedado huellas indelebles en su cultura, religión y sobre todo, sus lenguas
Aunque el idioma español se asocia principalmente con los países de América Latina y, por supuesto, con España, hay un rincón en el sudeste asiático que guarda una sorprendente y profunda conexión con la lengua de Cervantes. Se trata de Filipinas, un archipiélago tropical compuesto por más de 7,000 islas, el cual ha sido colonia española durante más de tres siglos, hecho que dejó una huella indeleble en su cultura, religión, arquitectura y, sobre todo, en sus lenguas. Aunque el español dejó de ser un idioma oficial hace décadas, Filipinas es considerado uno de los países no hispanos donde más se habla español. En esta nota compartimos algunos datos de color sobre este particular vínculo.
Un legado histórico: tres siglos de colonización española
La historia del español en Filipinas comenzó en 1565, cuando la expedición de Miguel López de Legazpi estableció el primer asentamiento español en Cebú. Desde ese momento, y hasta 1898, Filipinas fue una colonia de la Corona Española. Durante más de 300 años, la lengua española fue el idioma de la administración, la religión y la educación. El catolicismo, una de las herencias más profundas del periodo colonial, se difundió en buena parte a través del español. Muchas de las principales ciudades, como Manila y Zamboanga, se desarrollaron bajo la influencia española, y el uso del español se expandió entre la élite, los académicos y los comerciantes locales.
Sin embargo, a diferencia de América Latina, donde el español se convirtió en el idioma principal, en Filipinas convivió con lenguas locales como el tagalo, el cebuano y el ilocano. A lo largo de los siglos, la influencia del español en estas lenguas fue profunda, y no solo en términos de vocabulario, sino también en el aspecto cultural y religioso.
El ocaso del español en Filipinas
Con la derrota de España en la guerra hispano-estadounidense en 1898, Filipinas pasó a manos de Estados Unidos, y con ello comenzó el declive del español en el país. La llegada de los estadounidenses trajo consigo un nuevo idioma dominante: el inglés. A partir de la década de 1900, el inglés reemplazó al español en las escuelas y en las instituciones oficiales, aunque el español siguió siendo uno de los idiomas oficiales hasta 1973.
En la actualidad, el inglés y el filipino (basado en el tagalo) son los idiomas oficiales de Filipinas, y el español, aunque ya no ocupa un lugar central, sigue siendo estudiado por algunos sectores de la población, en especial entre académicos, intelectuales y estudiantes universitarios interesados en el legado cultural y lingüístico de su país.
Chabacano: la huella viva del español en el lenguaje cotidiano
Una de las manifestaciones más interesantes del legado español en Filipinas es el chabacano, un idioma criollo basado en el español que todavía se habla en regiones como Zamboanga, Cavite y Ternate. El chabacano es una mezcla de español y lenguas nativas filipinas, y es un claro ejemplo de cómo el idioma español ha perdurado, aunque transformado, en la vida diaria de ciertas comunidades.
El chabacano tiene varias versiones, dependiendo de la región donde se hable, pero en general conserva una estructura gramatical que recuerda mucho al español, aunque con adaptaciones locales. Por ejemplo, en Zamboanga, una ciudad situada en la isla de Mindanao, el chabacano sigue siendo un idioma de uso cotidiano para miles de personas.
El resurgir del interés por el español
En los últimos años, ha resurgido el interés por el español en Filipinas. El gobierno español, a través del Instituto Cervantes, ha abierto sedes y escuelas en ciudades como Manila, Zamboanga, Makati y Cebú, donde se enseña español a los filipinos interesados en reconectar con esa parte de su identidad. Además, el español es una lengua optativa en muchas universidades filipinas, y algunos medios de comunicación han retomado el uso del español como un modo de preservar y celebrar este legado.
Aunque el número de hablantes de español en Filipinas ha disminuido en comparación con el pasado, sigue habiendo una comunidad de personas que lo hablan fluidamente, ya sea por su historia familiar o por interés académico. Este legado compartido ha permitido que Filipinas tenga una relación cercana con países de América Latina y con España, ya sea a través de intercambios culturales, becas o colaboración académica, siendo también una herramienta útil para los filipinos que desean trabajar o estudiar en países hispanohablantes.